ANGEL
MANUEL LOPEZ GONZALEZ·
Nagua,
Republica Dominicana, 22 DE JUNIO 2016.- Como apasionado de la teología el rey
David siempre ha sido mi personaje bíblico favorito, su vida fue fascinante,
llego desde la humildad hasta la máxima cumbre del éxito, de pastor de ovejas a
rey, pero ese camino de la humildad a la
gloria fue de espinas y cardos porque
tuvo que beber del cáliz amargo de sus propios errores y la intriga de los
hombres, fue mordido por la víbora de la perfidia, pero jamás se rindió ante
las adversidades de la vida, se podría decir que fue un egresado summa cun
laude de la escuela del quebrantamiento de donde salen los grandes hombres de
Dios.
Nació
aproximadamente en el año 1040 a.c se llevó la gloria de haber unificado las 12
tribus de Israel fusionando el reino del norte y del sur, o sea a Israel con
Judá respectivamente entre los años 1010-966 a.c.
En una ocasión tomo la decisión de censar al
pueblo judío, sabía que estaba transgrediendo el mandato del Dios de sus
ancestros Abraham, Isaac y Jacob quien se lo había prohibido expresamente, pero
aun así lo hizo, haciendo uso del libre albedrío y de la voluntad permisiva de
Dios y luego de percatarse de que había pecado contra su Dios se preparó para
el castigo que era insoslayable.
Narra la historia bíblica en 2 de Samuel capítulo
24 que la ira de Dios no se hizo esperar y el señor envió al profeta Gad,
vidente de Israel para que emplazara a David a tomar la decisión de escoger
entre tres castigos que tenía para el:
1- Siete años de hambre para tu tierra.
2-
Que te entregue en manos de los hombres para que te castiguen.
3- Que la mano de Dios sea sobre ti y vengan
tres días de peste y mortandad sobre tu tierra. David respondió: ¨Señor, prefiero que tu
mano sea sobre mí y no la de los hombres, porque tú eres amplio en misericordia,
pero los hombres no perdonan¨.
Estas palabras de David trascendieron a la
posteridad por la verdad axiomática que encierran, como siempre me ha
gustado extrapolar la teología a mis
discursos y artículos, hago remembranza de este acontecimiento narrado por las
sagradas escrituras de un episodio de la vida del rey David para compararlo con
una artista que al igual que el monarca judío alcanzo la fama y la notoriedad
siendo muy joven todavía, y que al igual que el cometió el error de
trastabillar y ha tenido que pagar un precio muy alto por eso, me refiero a
Martha Heredia , aquella joven que nos
lleno de orgullo con su talento inigualable en aquel certamen artístico
internacional Latín American Ídol y que
deslumbrada por el amor a la riqueza fácil cometió el error de involucrarse en
el funesto mundo del narcotráfico y paso desde la cumbre de la gloria al abismo
de la ignominia y la afrenta.
Ese hecho fue para ella el peor error de su
vida y por el que ha sido señalada, ofendida y vituperada sin piedad por una
parte de la sociedad que no conoce la palabra perdón. ¡Vae Victis! Que significa traducido del latín al
español: ¡Ay de los vencidos! frase pronunciada por el general Galo Breno que
había sitiado y vencido a roma en el 390 a.c y que yo me atrevo a parafrasear
diciendo: ¡Ay de los que caen! En una sociedad tan drástica para juzgar a los
demás y que empequeñece sus propios errores e hiperboliza los errores ajenos.
Estoy de acuerdo con que aquellos que son
reincidentes en el delito, los que quieren pecar sin penitencia, los que
agreden una y otra vez a la sociedad, los que se convierten en un peligro para
la colectividad sean apartados y confinados para salvaguardar la paz y la
tranquilidad social, pero si una persona joven e inmadura comete por primera
vez un delito y en el proceso de corrección y de sanción esa persona joven
muestra arrepentimiento y buen comportamiento, el sistema judicial y la
sociedad en sentido general deben darle una nueva oportunidad, como dice
Bárbara Johnson : Si Dios no hubiese
querido que el hombre comience de nuevo , no hubiese inventado el lunes.
No es verdad que esa joven artista sea un
peligro para la sociedad, ella fallo pero ya el castigo para una joven que
delinque por primera vez fue suficiente, porque el espíritu de una condena no
es en sí infligir una pena, sino más bien corregir la conducta de aquel o
aquella que ha fallado.
Muchos dicen que con ella han sido más
benevolentes que con otros, es probable que tengan razón, porque todo joven que
cometa un primer error como ella, debe ir a una cárcel modelo para ser
regenerado y reinsertado en la sociedad como persona productiva y de bien,
nuestras cárceles no deben seguir siendo una fábrica de delincuentes, deben ser
centros de regeneración y reflexión. Nuestros jóvenes deben verse en el espejo
de Martha Heredia y darse cuenta de que una vez caen en desgracia solo su
familia estará ahí para darle fuerzas y para seguir creyendo en ellos.
Nuestros
jóvenes deben entender que solo en el diccionario el éxito esta primero que el
sacrificio, porque en la vida real hay que luchar, perseverar y trabajar para
alcanzar el éxito. Es el camino angosto que lleva a la gloria, no el camino
ancho y espacioso ese que ves en la
serie de tv, ese que te presentan en Netflix en la serie de los narcos, ese
camino que te señalan los ilusionistas del mundo de las drogas y la
delincuencia solo te llevara a la cárcel o al cementerio.
En este mundo en que vivimos cuando estás en
tinieblas hasta tu sombra te abandona y si en la marcha hacia la cima,
cometiste el error de trastabillar, entonces el mundo te empujara hacia abajo y
te hará pedazos. ¡En la escuela hay primera, segunda y tercera convocatoria,
pero en la vida real no es así, si te quemas, es muy probable que no te den un
chance!
Ángel
Manuel López González/Comunicador y político.
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